En la tercera clase de la asignatura, la profesora ha decidido explicarnos qué es la educación artística. Antes de explicar nada, nos puso una imagen de un cuadro de Tomás García y nos preguntó que qué nos parecía, si era bonito, si nos transmitía algo e incluso que si lo pondríamos en nuestra casa.
Finalmente, nos dijo que no todos los cuadros tienen que transmitir algo y que en este en concreto lo único que se representa es la armonía de los colores fríos con los cálidos.
A continuación, la profesora nos ha explicado las formas que existen de enseñar, pudiéndonos centrar en cuatro:
- La directiva: profesores técnicos.
- La conductiva: por objetivos.
- Dejar hacer, en la que los alumnos hacen y sacan lo que saben mientras que el profesor simplemente ayuda y facilita.
- La democrática, es decir, reunir los intereses de los alumnos y el profesor.
Por otro lado, dividimos la clase en grupos y la profesora nos planteó lo siguiente: debíamos definir el concepto de educación artística y concretar para qué sirve. Además, debíamos unir un deporte cualquiera con el arte geométrico, para así hacer una propuesta didáctica que posteriormente se pudiese llevar a un aula de educación primaria. Una vez que tuviésemos la definición del concepto, su utilidad y la propuesta didáctica, cada grupo debería exponerlo delante de todos los compañeros, ¡pero utilizando unas caretas! El objetivo que se perseguía utilizando las caretas era comprobar de qué manera se nos hace más fácil hablar en público, si con el rostro al descubierto o utilizando una careta.
Por último, para terminar la clase la profesora nos dio, como cada día, el siguiente consejo que no dan las madres: "Las decisiones más importantes las tomamos cuando somos pequeños."
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